Los tipos de roca 1: ÍGNEAS


Existen básicamente 3 tipos de rocas: ígneas, sedimentarias y metamórficas, las que se subdividen a su vez en varias categorías. En este post nos vamos a referir a las ígneas.

Las rocas ígneas son las más comunes a lo largo de Chile, y corresponden a magmas que pueden enfriarse una vez que llegan a la superficie, produciendo una erupción y generando rocas ígneas extrusivas, o que se enfrían bajo tierra (sin erupción) formando rocas ígneas intrusivas.

Rocas ígneas intrusivas:


En Chile, se distribuyen en prácticamente todo el territorio y pueden ser "el corazón" alimentador de antiguos volcanes o cordones volcánicos. Una vez que estos magmas se enfriaron y solidificaron, procesos tectónicos que los levantan o procesos de erosión que los descubren, permiten que podamos verlos en la superficie terrestre. En el siguiente link explicamos un poco más cómo se alzan estas rocas: https://geotrailchile.blogspot.com/2018/11/cordillera-de-los-andes.html.

Un ejemplo emblemático de rocas ígneas intrusivas son las rocas de Cochamó. Ahí, prácticamente todos los senderos recorren rocas ígneas intrusivas del tipo Granito (como los que se usan para hacer mesones de cocina).

Izq: Foto del valle de Cochamó (fuente: emol) Der: Foto de nosotros en el cerro Arco Iris, también en el Valle de Cochamó.

Las rocas intrusivas reciben su nombre porque intruyen otras rocas, es decir, se abren paso entre rocas pre-existentes, hasta llegar a un lugar donde se estancan y se enfrían. Otro lugar donde las rocas intrusivas son emblemáticas es el Parque Nacional Torres del Paine, donde se puede ver claramente cómo el magma fue inyectado en lo que se denomina roca caja (que son las rocas que alojan a las rocas intrusivas). La siguiente foto la tomamos en el mirador Británico, en la parte central del circuito W de dicho parque.

En esta imagen se ve como parte de las rocas intrusivas blancas fueron inyectadas dentro de las rocas sedimentarias oscuras (de las que hablaremos en otro post).

También encontramos rocas intrusivas a lo largo de todo Chile, principalmente en la Cordillera de la Costa desde Temuco hasta el extremo norte, y prácticamente a lo largo de toda la Cordillera. Se pueden reconocer porque si las observamos en detalle, vamos a ver que están conformadas únicamente por cristales, como en la siguiente imagen.

Ejemplos de granito, a la izquierda corresponde a una roca como podemos encontrarla en el cerro (fuente: wikipedia), mientras que la derecha es un mesón de granito publicado en mercadolibre.

Rocas ígneas extrusivas:

Cuando los magmas logran llegar a la superficie de la Tierra se producen erupciones volcánicas dando nacimiento a las rocas extrusivas. Las erupciones pueden ser efusivas o explosivas, las efusivas generan flujos de lava, que al enfriarse se transforman en rocas, las que también llamamos lavas. Este tipo de roca se encuentran en prácticamente toda la cordillera, como resultado de erupciones de los volcanes más jóvenes, pero también encontramos restos de actividad volcánica antigua en la costa del norte de Chile y algunos restos en los valles centrales y la precordillera, por ejemplo, en los cerros Manquehue y San Cristóbal. En la fotografía se observan fragmentos de lava que corresponden a los bordes de un flujo de lava que, al enfriarse, se torna frágil y se rompe, formando lo que se conoce como una colada de lava de bloques.

Fotografía en una de las laderas del volcán Parinacota. Los grandes bloques que se ven a las espaldas de las tres personas son fragmentos de lava y corresponden a los bordes de un flujo de lava que, al enfriarse, se torna frágil y se rompe, formando lo que se conoce como una colada de lava de bloques.

En las siguientes fotos se pueden ver dos ejemplos clásicos de lava: el Cerro San Cristóbal y el Cerro El Plomo.

Dos clásicos santiaguinos donde encontramos lavas: a la izquierda el rock garden del Cerro San Cristóbal y a la derecha el Cerro El Plomo visto desde la cumbre del Cerro Leonera.

Por otra parte, las erupciones explosivas emiten piroclastos, es decir, lanzan al aire fragmentos del magma y abundantes gases, además de fragmentos de las rocas que formaban parte del volcán y que son arrancadas durante la erupción. Este tipo de erupción suele generar una columna eruptiva, que es una gran nube caliente de gases y piroclastos que son inyectados a la atmósfera, ¡pudiendo llegar hasta cerca de 40 km de altura! Una vez que los piroclastos caen generan depósitos piroclásticos. Un  buen ejemplo de estos, son los que se acumularon en los alrededores del volcán Calbuco en el año 2015. Si alguno de nuestros lectores corrió Vulcano Ultra Trail después de esa fecha, va a entender a lo que nos referimos. Este tipo de factores puede ser determinantes en una carrera, ya que los depósitos piroclásticos hacen que sea mucho más difícil correr, equivalente a correr en arena, pero además es muy erosivo y puede generar un mayor desgaste del calzado y promover la formación de heridas en los pies.

Imagen
Columna eruptiva del volcán Chaitén durante su última erupción, en el año 2008. Fotografía tomada de cooperativa.cl.

Eventualmente las columnas eruptivas no tienen calor suficiente para mantenerse ascendiendo y colapsan, lo que genera flujos piroclásticos, uno de los procesos eruptivos más peligrosos, en el que una nube caliente (700°C aprox) baja por las laderas y valles a gran velocidad, calcinando todo a su paso. En este link pueden ver un video de un flujo piroclástico: https://www.youtube.com/watch?v=5dHFd5kG5KY&feature=youtu.be

Esto genera rocas piroclásticas conocidas como ignimbritas, que corresponden a los materiales piroclásticos endurecidos. En el siglo I la ciudad de Pompeya fue arrasada por un flujo piroclástico originado en el volcán Vesubio. En internet pueden ver imágenes (algo dramáticas) que preferimos no agregar aquí para evitar herir sensibilidades, pero que muestran los restos de la ciudad y los cuerpos que fueron posteriormente desenterrados.

Esperamos que este post les haya resuelto algunas dudas y que haya generado varias más. La próxima semana hablaremos de las rocas sedimentarias y la subsiguiente de las metamórficas. Si quieres saber más de alguna roca o lugar, tómale fotos y nos las compartes, para intentar resolver de qué se trata.
¡Nos vemos en el cerro!

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